La sección algecireña de la Audiencia Provincial ha absuelto a O. R. C. de un delito contra la salud pública al considerar que no queda acreditado que las 23 pastillas de éxtasis que portaba cuando fue detenido por la Policía Local el 18 de septiembre de 2009 las iba a vender a terceros a cambio de dinero. El ministerio fiscal le solicitaba 3 años y 6 meses de prisión.
El antes condenado manifestó que la droga intervenida era para una fiesta que había organizado con sus amigos, quienes confirmaron durante la vista oral esta versión. Una prueba clave para el tribunal fue que quedó probado, incluso con análisis, que este grupo de jóvenes era consumidor.
O. R. C. fue parado por dos agentes cuando iba circulando en un ciclomotor por la avenida Virgen del Carmen por un problema con su casco. Los agentes le registraron y encontraron 2 trozos de hachís y 23 comprimidos de MDMA.
Él justificó durante el juicio que iba a consumirlas con unos 8 amigos en una pinchitada que se iba a celebrar días después en casa de la que por aquel entonces era su novia. Insistió en que no iba a venderlas a terceros y reconoció que consumía los fines de semana, en fiestas y que podía llegar ingerir hasta 5 o 6.
Cuando fue detenido también se le intervinieron 120 euros y 3 móviles. Explicó que en esa ocasión le tocó hacer las compras y que llevaba 2 bolsas porque fue la manera en la que se las vendieron. Añadió que uno de los teléfonos era de la empresa y que los otros 2 eran personales.
La agente recordó que fue parado y que cuando fue cacheado llevaba hachís y las pastillas. "Parecía éxtasis y luego lo confirmó él. Al principio dijo que no era nada y luego lo reconoció". El segundo policía manifestó que pensó que estaba traficando al llevar la droga separada.
Las testificales de los amigos coincidieron en los principales puntos. Se declararon consumidores esporádicos y que las 23 pastillas las iban a ingerir en una fiesta veraniega. Reconocieron que eran capaces de tomar una media de 4 o 5 en una misma noche para perpetuar los efectos.
El antes condenado manifestó que la droga intervenida era para una fiesta que había organizado con sus amigos, quienes confirmaron durante la vista oral esta versión. Una prueba clave para el tribunal fue que quedó probado, incluso con análisis, que este grupo de jóvenes era consumidor.
O. R. C. fue parado por dos agentes cuando iba circulando en un ciclomotor por la avenida Virgen del Carmen por un problema con su casco. Los agentes le registraron y encontraron 2 trozos de hachís y 23 comprimidos de MDMA.
Él justificó durante el juicio que iba a consumirlas con unos 8 amigos en una pinchitada que se iba a celebrar días después en casa de la que por aquel entonces era su novia. Insistió en que no iba a venderlas a terceros y reconoció que consumía los fines de semana, en fiestas y que podía llegar ingerir hasta 5 o 6.
Cuando fue detenido también se le intervinieron 120 euros y 3 móviles. Explicó que en esa ocasión le tocó hacer las compras y que llevaba 2 bolsas porque fue la manera en la que se las vendieron. Añadió que uno de los teléfonos era de la empresa y que los otros 2 eran personales.
La agente recordó que fue parado y que cuando fue cacheado llevaba hachís y las pastillas. "Parecía éxtasis y luego lo confirmó él. Al principio dijo que no era nada y luego lo reconoció". El segundo policía manifestó que pensó que estaba traficando al llevar la droga separada.
Las testificales de los amigos coincidieron en los principales puntos. Se declararon consumidores esporádicos y que las 23 pastillas las iban a ingerir en una fiesta veraniega. Reconocieron que eran capaces de tomar una media de 4 o 5 en una misma noche para perpetuar los efectos.
FUENTE: EUROPA SUR
Blogalaxia Tags: Policia+Local
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