Nuevamente, Cristina Garrido está en el ojo del huracán. Algeciras aparece en un informe como una ciudad insegura, y aunque la responsabilidad no es solo de esta mujer cada vez mas apartada, si es cierto que su parcela de responsabilidad, la Seguridad Ciudadana, deja mucho que desear, y lo que es peor, esta provocando con su escasa capacidad de gestión que la ciudadanía se forme una nefasta opinión de una Policía Local que se juega la vida, literalmente, cada vez que sale a la calle. Vamos a tratar de explicarlo.
USPLA y UGT han denunciado en varias ocasiones el malestar existente en la plantilla de la Policía Local de Algeciras, debido a las actitudes fascistoides que llevan a cabo José Medina, Superintendente Mayor, y Ángel Gutiérrez, Intendente Mayor, consentidas por la Delegada de Seguridad Ciudadana, y que consisten en la apertura indiscriminada de expedientes, los cambios de destino escasamente motivados, y los atentados contra el convenio regulador de las condiciones laborales de la plantilla. También ha habido críticas y muchas, sobre la escasez de material propio para la labor policial, el tener que trabajar sin chalecos antibalas, problemas con el armero y las armas reglamentarias, escasez de motos para las patrullas, o unas instalaciones vergonzosas. El último episodio ha sido la decisión unilateral por parte del Superintendente, de obligar a los Policías Locales a disfrutar de los días debidos de vacaciones, algo que no ha sentado bien a unos trabajadores que tienen el derecho a disfrutar de sus días como les venga en gana y siempre que no afecten al servicio.
Estas deficiencias han provocado un tremendo malestar en el seno de la Policía Local, y desgraciadamente ese malestar se esta viendo agravado por la extrañísima política que practica el PSOE local, en la persona de la protegida Cristina Garrido. Vamos a reconocer que el PSOE en una de las escasas promesas que ha cumplido a lo largo de estos dos mandatos, ha sido en lo relativo al aumento de Policías Locales, pero lo que no está tan claro es que eso sea cierto del todo. Vamos a los datos.
En el año 2008, la Policía Local estaba compuesta por 14 trabajadores en la Delegación de Seguridad Ciudadana, y 1 Superintendente, 1 Intendente, 3 Inspectores, 14 Subinspectores, 25 Oficiales, 202 Policías Locales, 1 Responsable de Alcaldía, 4 personas de Administración, 1 Limpiador, y 1 Sepulturero. En total, 267 trabajadores, de los cuales 248 eran Policías Locales. El presupuesto de esta Delegación ascendía en ese año a 14,7 millones de €. Y quédense con este dato, los ingresos procedentes de las multas estaban estipulados en 1,5 millones de €.
En este año de 2010, la Policía Local la componen 13 trabajadores en Seguridad Ciudadana, y 1 Superintendente, 1 Intendente Mayor, 1 Intendente, 4 Inspectores, 10 Subinspectores, 23 Oficiales, 186 Policías Locales, 1 Responsable de Alcaldía (ya destituido), 6 personas en Administración, 1 Limpiador, y 1 Sepulturero. En total, 248 trabajadores, de los cuales 227 son Policías Locales. El presupuesto para 2010 se reducía hasta los 12,6 millones de €, y nuevamente un dato interesante, los ingresos por multas están previstos en 3,8 millones de €.
Analicemos y entenderemos. El número de Policías Locales ha descendido de 248 a 227, 21 policías menos. El presupuesto también se ha reducido en 2,1 millones de €, pero los ingresos por multas ha aumentado en un 150 % pasando de 1,5 en 2008 a los 3,8 previstos para este año. Entenderán ahora porqué la seguridad ciudadana está entre uno de los problemas mas importantes de nuestra ciudad. Hay menos Policías Locales para patrullar, al tener menos presupuesto, también hay menos medios para ejercer la labor eficazmente, pero lo mas importante, para alcanzar las previsiones de ingresos por multas, es necesario que a los Policías Locales se les de la orden tajante de multar, multar y multar. No hay que patrullar, ni vigilar, ni reforzar la presencia en zonas proclives a los robos o el vandalismo, lo que tienen que hacer es multar, multar y multar.
Esta es la realidad de la Policía Local, y aquí esta la raíz de un problema generado por la propia actitud de la Delegada de Seguridad Ciudadana, Cristina Garrido, y de su Superintendente, José Medina,y que no es otro que el haber puesto a muchos ciudadanos en contra de los Policías Locales que día a día están en la calle, y que son obligados a ejercer de justicieros y de inquisidores, antes que dedicarse a menesteres mucho mas amables con los ciudadanos.
No es la primera vez que intento romper una lanza a favor de la Policía Local, pero esta vez lo hago con datos claros y concretos, y me atrevería a decir que incluso contundentes. Para recaudar el doble de multas que en 2008, existen 21 efectivos menos, y es evidente que la difícil situación económica por la que atraviesa el Ayuntamiento, ha provocado un efecto domino en el que para llenar las arcas, se necesitan recaudadores, y que mejor que personas uniformadas multando a los infractores. Y cuidado, que es de suponer que a todo el que multan es porque se lo merecen. Yo mismo he sido multado dos veces en los últimos dos años, de manera justa ademas, pero también es cierto que de no existir esa presión de los mandos policiales y políticos por recaudar cuanto mas mejor, muchas de esas multas no existirían, como también es lógico pensar, que de estar dedicados los Policías Locales a patrullar y vigilar en lugar de a sancionar, habría mucha mas seguridad ciudadana y menos robos, y por supuesto, mejor opinión de los ciudadanos, mas respeto, y mejor posición en el ránking de peores ciudades. Es así.
FUENTE: EL LIMÓN AMARGO
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